martes, 20 de septiembre de 2011

El Cantar de los Cantares (2)


B. EL CRECIMIENTO DEL AMOR Y SU INTENSIDAD (1:12-3:5)

Esta sección presenta una progresión en el cortejo de los amantes.

1. ALABANZA MUTUA (1:12-2:6) 31
a) LA AMADA ALABA AL REY (1:12-14)
Salomón ha alabado la belleza de ella. El reconocimiento de lo positivo en ella por parte de él, la anima a ella a reconocer lo que en él es digno de alabanza. “Mi nardo” = referencia al Rey, quien reclinado resulta muy atractivo a ella. “Pechos” = él es una fuente constante de deleite para ella, como lo sería un colgante que constantemente despide perfume, o un ramo de flores aromáticas que perfuma un oasis en el desierto.

b) EL AMANTE RETORNA LA ALABANZA (1:15)
La alabanza estimula la alabanza. Salomón insiste en recordarle a ella su belleza física y su belleza espiritual. La referencia a los “ojos como palomas” habla del carácter de la sunamita. Ella es de carácter apacible. Una vez más, el amor romántico no enfoca exclusivamente el físico de la persona amada.

c) LA AMADA RECONOCE EL ATRACTIVO DEL AMANTE (1:16-17)
Prosigue la alabanza tanto del físico “hermoso” (“el hombre es como el oso...”), como del carácter: “dulce”. La tendencia de los hombres es tratar a las mujeres con aspereza (Col. 3:19, “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas”; Pablo prohíbe algo que es habitual). La sunamita halla que Salomón la trata a ella con dulzura, con ternura, con suavidad, sin aspereza ni irritación.

d) LA AMADA HABLA DE SÍ MISMA (2:1)
Aunque parece fuera de lugar que la sunamita se alabe a sí misma, el punto es que ella quiere reconocer que Salomón ha ayudado a su autoestima. Ya no se siente insegura. La alabanza la ha ayudado a verse con nuevos ojos, la ha ayudado a enfocar lo positivo. “Sarón” es un valle fértil en Israel que se extiende entre Cesarea y Jope.

e) EL AMANTE CORROBORA LO DICHO POR LA AMADA (2:2)
Salomón toma la figura que ella ha usado y la elabora. La sunamita no es sólo un lirio de los valles, uno de muchos, sino un “lirio entre los espinos”. Él encuentra la belleza de ella sobresaliente y notoria, al punto de que las demás doncellas son como “espinos”.

f) LA AMADA RESPONDE A LA ALABANZA DEL AMANTE (2:3-6)
La última alabanza de Salomón ha sido una comparación, así que ahora ella también lo compara a él con un manzano entre los árboles silvestres. Es como una sorpresa inesperada y apetecible. Elaborando esta comparación la sunamita habla de tres elementos del amor romántico que transmiten seguridad y estabilidad emocional a la mujer. La “sombra” habla de la protección que él le ofrece. Tal elemento está ausente de la relación donde existe rivalidad entre él y ella. El “paladar” habla de la intimidad en la relación (cf. Sal. 34:8). La “bandera” habla del orgullo o satisfacción que él deriva de dar a conocer su amor por ella. No es algo de  lo cual se avergüence. El resultado de tal amor es “enfermedad”, “debilidad extrema” que habla del deseo que ella tiene de ser abrazada.

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