jueves, 4 de agosto de 2011

El Diseño Divino para la Familia II

Autor: Roger Oliver

La sabiduría bíblica es la habilidad de vivir según el diseño de Dios en la creación. Es meramente moral, es decir la capacidad de elegir lo bueno y rechazar lo malo, decidir hacer lo que es correcto y no hacer lo incorrecto. El fundamento de la sabiduría en la Biblia se encuentra en Deuteronomio 30:15-20, la elección entre dos caminos, la vida o la muerte, el bien o el mal.

Deuteronomio 30:19 “Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.

Proverbios 1:7 introduce el concepto de la sabiduría de los cielos marcando el mismo concepto de los dos caminos, “El temor del Señor es el principio del conocimiento (de la moralidad); los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.”

El temor tiene tres significados en el Antiguo Testamento. (1) Pavor o terror (Deuteronomio 1:29; Jonás 1:10), (2) Asombro, maravilla, estupefacción, admiración (1 Reyes 3:28), (3) Reverencia, veneración (Levítico 19:3). Cuando el Señor es el objeto del temor, como en Proverbios 1:7 y 9:10, el verbo capta los opuestos polares de retroceder en terror y acercarse en admiración y adoración. (NET Bible notes)

Los dos extremos, terror y admiración, aparecen en Éxodo 20:20. Moisés animó al pueblo de no tener miedo de que Dios iba a matarles sin razón (no tengan miedo) pero le informó que Dios se reveló en una manera tan aterradora para asustarles del pecado (Dios ha venido a ponerlos a prueba, para que sientan temor de él y no pequen). (NET Bible notes)

El temor del Señor se expresa en la sumisión reverencial a su voluntad – la característica de la adoración verdadera. El temor del Señor es el fundamento de la sabiduría (Proverbios 9:10) y la disciplina que guía a la sabiduría (15:33). Quien teme al Señor aborrece lo malo (8:13), evita el pecado (16:6) y así prolonga la vida (10:27; 19:23). (NET Bible notes)

El principio significa tanto los primeros pasos hacia la sabiduría (en contexto de Proverbios 1:1-6 adquirir la sabiduría y la disciplina) como el fundamento de la sabiduría. Es decir, sin el temor del Señor, no hay sabiduría y disciplina, no la podemos adquirir.

El conocimiento (da’ at en hebreo) refiere al conocimiento experiencial, no nada más que el conocimiento cognitivo. Incluye la asimilación intelectual y la aplicación práctica. Se usa en paralelismos con instrucción o disciplina (musar en hebreo) y sabiduría o habilidad moral (khokhman en hebreo). (NET Bible notes)

Los proverbios son aforismos, no promesas. Son observaciones basadas en el temor del Señor y la experiencia de vida. Es un error leerlos como promesas: si educamos correctamente a nuestros hijos, siempre serán personas piadosas y no rebeldes (Prov. 22:6), si trabajamos mucho, seremos ricos (Prov. 10:4), si nuestra conducta es siempre sabia, viviremos muchos años (Prov. 3:2). La realidad es que algunos padres piadosos tienen hijos rebeldes y algunos padres impíos tienen hijos maravillosos (Ezequiel 18:5-18). Hay cristianos que trabajan duro y casi no sobreviven. A veces los tontos ganan la lotería y los piadosos mueren jóvenes mientras otros que abusan sus cuerpos con drogas o alcohol viven muchos años.

Los aforismos en el libro de Proverbios son principios generales de cómo Dios maneja y sostiene la creación en términos de las consecuencias de obedecerlo o desobedecerlo. Generalmente los que viven sabiamente son bendecidos con una vida larga, hijos obedientes y suficientes recursos para vivir. Los necios pueden esperar problemas en la vida porque no teman al Señor, son insolentes y rechazan los principios de la sabiduría divina. Las excepciones no cancelan la sabiduría de estos dichos. Además, habrá un juicio final. (Opening Up Proverbs, p. 14, 2009)

El Nuevo Testamento habla de la sabiduría y es aplicable a nosotros en nuestros tiempos. Santiago 3:13-18. El sabio demuestra su sabiduría por medio de su buena conducta. El pasaje es muy claro y directo.

“¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Ésa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.

En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.”

Tomado de obrerofiel.org

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