viernes, 8 de junio de 2012

LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR (11): Comentario personal

Desde el 5 de mayo de este año he estado compartiendo por este medio fragmentos del libro Los Cinco Lenguajes del Amor, cuyo autor es Gary Chapman, con el propósito de compartir la bendición que este libro fué en mi vida matrimonial.

Hay muchas cosas de este libro que fueron muy impactantes en mi visión de ver el matrimonio, el amor pero sobretodo a mi mismo. Una de estas cosas es la confirmación de lo que es el amor, y especialmente de lo que la Biblia dice que es el amor. Constantemente se nos bombardea por los medios, implícita o explícitamente, que el amor es un sentimiento que gobierna nuestra mente y corazón y es éste quien determina nuestra vida en pareja, no importa cuan caprichoso sea este sentimiento no hay nada que hacer y podemos ver como el mundo se llena de personas que se entregan a relaciones adúlteras, abusivas, inmorales y de otros tipos, producto de la convicción de esta idea. Atrás quedan versículos como Mateo 22:37, 39 Romanos 13:9, 1 Juan 2:15, y muchos otros donde se nos da el mismo mandato como un acto voluntario que es el de amar al prójimo, y no hay capricho en esto.

Otra gran verdad expuesta en este libro es que si queremos que nuestra relación mejore, debemos de dejar de pensar en que son las malas acciones o los sentimientos de nuestro cónyuge que están arruinando la relación y que mientras el o ella no haga nada por mejorar la relación tendrá un fin inminente. Deje de hacerse la víctima, si usted se ha dado cuenta de que algo anda mal haga algo usted y no espere a que el otro comience a hacerlo porque puede esperar demasiado tiempo. En el capitulo 14 del libro se presenta el caso de Ann quien miraba como su matrimonio se estaba acabando y que ya no sentía lo mismo por su esposo, acertadamente el título de este capítulo es "Amar lo que no es digno de amor", sin embargo, Ann tomó la decisión de recobrar su matrimonio, aún y cuando tuviera que mantener relaciones sexuales con ese esposo por el que ya no se sentía atraída físicamente y el de quedarse callada con cada situación negativa provocada por su esposo. Al final del relato podemos ver como su matrimonio mejora y que la ley de la cosecha de 2 Corintios 9:6 se cumple en toda la extensión de la palabra en su vida. Si usted quiere recibir amor siembre amor aún y cuando lo que reciba sean desprecios o indiferencia y su deseo natural sea el de pagar con la misma moneda.

René I. Casulá


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