viernes, 29 de junio de 2012

VARON Y VARONA LOS CREO DIOS- PASTOR MOISES ROMAN DIAZ (2)











lunes, 25 de junio de 2012

VARON Y VARONA LOS CREO DIOS- PASTOR MOISES ROMAN DIAZ (1)




sábado, 23 de junio de 2012

Como Cultivar un Matrimonio - Adrian Rodgers




viernes, 22 de junio de 2012

¿Cuál es la clave para lograr que el matrimonio perdure?



 Respuesta: El apóstol Pablo dice que la esposa está “sujeta” a su esposo mientras él viva. “Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras él vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.” (Romanos 7:2). El principio que podemos percibir aquí, es que alguien tiene que morir antes de que el matrimonio se de por terminado. En nuestra sociedad moderna, el matrimonio termina en divorcio en más del 51% de las veces. Eso significa que más de la mitad de las parejas que hacen el voto, “Hasta que la muerte nos separe”, no llegan hasta ese punto.

Así que la pregunta se convierte en, “¿Qué puede hacer la pareja casada para asegurarse de que su matrimonio dure – hasta que la muerte los separe?” La primera y más importante medida es la obediencia a Dios y a Su Palabra. Este es un principio que debiera ser reforzado en la vida antes del matrimonio y mientras el hombre y la mujer están aún solteros. Dios dice, “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3) Para el creyente nacido de nuevo, esto significa, no entablar relación cercana alguna con alguien que no sea creyente. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? (2 Corintios 6:14). Si este principio es acatado, evitará muchos futuros sinsabores y sufrimientos en un matrimonio.

Otro principio que protegerá la duración de un matrimonio es que el esposo obedezca a Dios, en el amor, el honor y protección que debe brindar a su esposa como lo haría con su propio cuerpo (Efesios 5:25-31) La contraparte de esto es que la esposa debe obedecer a Dios y someterse a su esposo “…como al SEÑOR” (Efesios 5:22). El matrimonio entre un hombre y una mujer es la ilustración de la relación entre Cristo y la iglesia. Cristo se dio a Sí mismo por Su iglesia, para amarla, honrarla y protegerla como Su “esposa” (Apocalipsis 19:7-9).

Cuando Dios trajo a Eva con Adán en el primer matrimonio, ella fue formada de su “carne y huesos” (Génesis 2:23) y ellos se volvieron “una sola carne” (Génesis 2:23-24). Este es un concepto que se ha perdido en nuestra sociedad moderna. El llegar a ser una sola carne significa más que solo la unión física. Significa la unión de mente y alma para formar una unidad. Esta relación va más allá de la atracción sensual o emocional y entra dentro del terreno de la “unidad” espiritual que solo puede ser lograda cuando ambas partes se sujetan a Dios y una a la otra. Esta es una relación que no esta hecha de “mí o mío” sino de “nosotros y nuestro”. Este es uno de los secretos para tener un matrimonio duradero. El hacer que un matrimonio perdure hasta que la muerte de alguno de ellos los separe, es algo que ambos esposos deben considerar como su prioridad. El solidificar nuestra relación vertical con Dios, nos lleva a asegurar que la relación horizontal entre esposo y esposa sea duradera y una unión que también glorifique al Señor.

Tomado de obrerofiel.com

jueves, 21 de junio de 2012

Resistir el pecado sexual



“Las exhortaciones bíblicas para resistir el pecado sexual están motivadas por el reconocimiento de la forma en que nos priva de una satisfacción aún mayor. La principal razón para decir “No” a la inmoralidad física es que socava la capacidad del corazón para disfrutar de las alegrías polifacéticas que Dios provee para sus hijos. El pecado sexual disminuye nuestra capacidad de sentir el deleite de Dios en lo que somos. Nos drena de su poder y nos endurece a las propuestas de amor de su Espíritu.”
Sam Storms

Preguntas de reflexión: ¿Cuál es tu motivación para no ceder a las tentaciones sexuales? ¿Cómo puedes ayudar a quienes estan involucrados en este pecado?

Tomado de obrerofiel.com

La prioridad de Cristo en el noviazgo



Guárdame de tu hermosa criatura hasta que compruebe el amor de Cristo infinitamente más hermoso.

Charles Wesley
Escrito durante su noviazgo 
Preguntas de reflexión: ¿Hay algo o alguien en tu vida que es más importante que Cristo? ¿Quién es más importante en tu vida tu novio(a) o Jesús? Pidamos a Dios en oración que quite cualquier ídolo que tengamos en nuestro corazón, y que le amemos a él más que a cualquier otra cosa o persona.

Tomado de obrerofiel.com

domingo, 17 de junio de 2012

Pregunta Cristiana: “¿Qué dice la Biblia acerca del divorcio y el segundo casamiento?”



Respuesta: En primer lugar, no importa el punto de vista que tome en el asunto del divorcio, es importante recordar las palabras de la Biblia de Malaquías 2:16ª: “Yo aborrezco el divorcio –dice el SEÑOR Dios de Israel”. De acuerdo con la Biblia, el plan de Dios es que el matrimonio sea un compromiso para la eternidad. “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Mateo 19:6 NVI). Sin embargo, Dios comprende que el divorcio va a ocurrir, debido a que un matrimonio involucra a dos seres humanos pecadores. En el Antiguo Testamento Dios estableció algunas leyes, a fin de proteger los derechos de los divorciados, especialmente de las mujeres (Deuteronomio 24:1-4). Jesús señaló que aquellas leyes fueron dadas a causa de la dureza de los corazones de la gente, más no porque fueran el deseo de Dios (Mateo 19:8).

La controversia de si el divorcio y segundo casamiento son permitidos de acuerdo con la Biblia, gira principalmente alrededor de las palabras de Jesús en Mateo 5:32 y 19:9. La frase “excepto en caso de infidelidad conyugal” es lo único en la Escritura, que posiblemente da el permiso de Dios para el divorcio. Muchos intérpretes entienden esta “cláusula de excepción” como refiriéndose a “infidelidad conyugal” durante el período de “desposorio”. En la costumbre judía, un hombre y una mujer se consideraban casados, aún mientras todavía estaban comprometidos “prometidos”. La inmoralidad durante este período de “desposorio” debería entonces ser la única razón válida para un divorcio.

Sin embargo, la palabra griega traducida como “infidelidad conyugal” es una palabra que puede significar cualquier forma de inmoralidad sexual. Esto puede significar fornicación, prostitución, adulterio, etc. Posiblemente Jesús está diciendo que el divorcio es lícito, si se comete inmoralidad sexual. Las relaciones sexuales como tales, son una parte integral del vínculo marital “y serán una sola carne” (Génesis 2:24; Mateo 19:5; Efesios 5:31). Por tanto, una ruptura de ese vínculo, por medio de relaciones sexuales fuera del matrimonio, debería ser una razón lícita para el divorcio. Si es así, Jesús también tiene en mente el segundo matrimonio en este pasaje. La frase “y se casa con otra” (Mateo 19:9) indica que el divorcio y el segundo casamiento son permitidos en una instancia de la cláusula de excepción, sea como sea interpretada. Es importante notar que solamente a la parte inocente se le permite volver a casarse. Aunque esto no está indicado en el texto, la concesión del segundo casamiento después de un divorcio, es la misericordia de Dios para aquel contra el que se ha cometido pecado, no para el que ha cometido inmoralidad sexual. Puede haber instancias donde a la “parte culpable” se le permite volver a casarse – pero tal concepto no es enseñado en este texto.

Algunos entienden 1ª Corintios 7:15 como otra “excepción”, que permite el segundo casamiento si un cónyuge incrédulo se divorcia de un creyente. Sin embargo, el contexto no menciona el segundo casamiento, sino que solamente dice que un creyente no está limitado a continuar un matrimonio, si un cónyuge no creyente quiere abandonarlo. Otros demandan que el abuso a (cónyuge o hijo) son razones válidas para el divorcio, aunque no están listadas como tales en la Biblia. Aunque éste, bien pudiera ser el caso, nunca es sabio suponer sobre la Palabra de Dios.

Algunas veces, perdidos en la discusión sobre la cláusula de excepción, está el hecho de que lo que quiera que signifique “infidelidad marital”, ésta es un permiso para el divorcio, no un requisito para el mismo. Aún cuando se haya cometido adulterio, una pareja puede por medio de la gracia de Dios aprender a perdonar, y comenzar a reconstruir su matrimonio. Dios nos ha perdonado mucho más. Con seguridad podemos seguir Su ejemplo y aún perdonar el pecado del adulterio (Efesios 4:32). Sin embargo, en muchas instancias, un cónyuge es impenitente y continúa en inmoralidad sexual. Posiblemente ahí es donde Mateo 19:9 puede ser aplicado. Muchos también cuentan demasiado rápido con el segundo casamiento después de un divorcio, cuando el deseo de Dios sería que permanezcan solteros. Algunas veces Dios invita a una persona a permanecer soltera, de manera que su atención no sea dividida (1ª Corintios 7:32-35). El segundo casamiento después de un divorcio puede ser una opción en algunas circunstancias, pero eso no significa que esta es la única opción.

Es doloroso que el índice de divorcio entre los cristianos profesos, sea casi tan alto como el del mundo incrédulo. La Biblia deja meridianamente claro que Dios odia el divorcio (Malaquías 2:16) y esa reconciliación y perdón deberían ser las marcas de la vida de un creyente (Lucas 11:4; Efesios 4:32). Sin embargo, Dios reconoce que el divorcio se va a dar aún entre Sus hijos. Un creyente divorciado o vuelto a casar no debería sentirse menos amado por Dios, aún si su divorcio o segundo matrimonio no estuvieran cubiertos bajo la posible cláusula de excepción de Mateo 19:9. Dios a menudo utiliza aún la desobediencia pecaminosa de los cristianos para llevar a cabo una gran cantidad de cosas buenas.



viernes, 15 de junio de 2012

ERRORES COMUNES EN EL MATRIMONIO

 

Confundir el amor con el sexo.
El sexo es un medio de expresar amor, del que se sirve la pareja; pero no es el único medio. Ayuda a la complementación, a la identificación y a la procreación.  El sexo es sólo una parte del amor.  El amor supera al sexo.  El amor es entrega, donación, identificación, compartir ideales y metas; es perdonarse y comprenderse.  El amor es mucho más que el sexo.  Se piensa que el sexo es la única manera de expresar el amor y no es cierto.  El sexo es parte del matrimonio.  Si la pareja tiene problemas en este aspecto, debe consultar a un psicólogo, o a un consejero matrimonial.  Nunca se debe pensar que si hay problemas en el sexo, ya se acabó el amor. 
 
Querer hacer a la otra persona a la medida de uno.
Somos seres irrepetibles, únicos y nadie puede hacer al otro a su propia medida.  Se empobrece y se atropella la dignidad del cónyuge cuando se quiere que éste piense, actúe y haga todo lo que él hace.  En el matrimonio la complementación es una de las grandes riquezas e implica diversidad. Gracias a que somos diferentes, la pareja puede complementarse.  Hay que respetar y promover el desarrollo integral en su cónyuge. Cada uno debe descubrir que el otro es diferente y que tiene valores y cualidades increíbles. Pero cuando se quiere hacer al otro igual en todo, se pierde la riqueza de esa identificación. 
 
No saber perdonar.
Para perdonar hay que amar mucho, hay que comprender mucho, hay que saber que la otra persona no es un Dios, es un simple ser humano que puede cometer fallos.  Existen personas casadas que se guardan resentimientos durante años y cuando están discutiendo, sacan a relucir aquello que sucedió hace mucho tiempo.  Esto es muy triste, pues no se han perdonado y hay que saber perdonar para poder convivir como seres humanos.  Si no perdonamos, definitivamente, es que no amamos en plenitud. 
 
Otro error es el de no saber pedir perdón.  Para pedir perdón hay que ser humildes.  De hecho, existe mucha soberbia y orgullo en los matrimonios y en muchas personas que no quieren reconocer que han cometido un error.  Saben que hicieron daño, pero no se han despojado de su orgullo y su soberbia.  Hay que aprender a pedir perdón cuando se ha fallado. 
 
Este error de no saber pedir perdón es muy común.  Si éste es tu caso, ya es tiempo de cambiar.  Aprende a perdonar.  Perdonar implica olvidar y olvidar es enterrar el pasado y seguir adelante.  No hay reconciliación sin perdón, la brecha se hace más grande cuando definitivamente no se perdona.  Aprende a perdonar y a pedir perdón. 
 
No saber dialogar.
¡Rompe ese silencio sepulcral!  En muchas casas hay auténticas tumbas; tumbas que conviven juntas, que se sientan a comer y no se comunican, no dialogan y cuando hablan es a gritos.  ¡Qué tristeza!  ¡Esto es terrible!  Hay que dialogar y para eso, hay que ser muy sinceros y aprender a escucharse.  Así, en la medida en que se comunican y saben escucharse, se van identificando el uno con el otro; se van haciendo en verdad una sola carne. 
 
Si éste es tu caso, vamos a romper esta terrible barrera que se ha formado en tu matrimonio.  Aprende a comunicarte, a decir las cosas con auténtica sinceridad, con delicadeza, con amor.   Tú puedes cambiar, tú puedes ser mejor en este aspecto.  Aprende a dialogar más, a convivir más, a amarse más.  Tal vez estés salvando tu matrimonio, tu relación familiar; y a ti mismo.  

Diana Patricia Flórez Heredia    
Psicóloga

martes, 12 de junio de 2012

Las cuatro leyes del Matrimonio





¿Qué es el matrimonio?


La Biblia habla alto y claro acerca de la relación matrimonial por cuanto esto es un invento de Dios, y no como muchos parecen creer, un invento humano. Si queremos saber lo que es en realidad el matrimonio debemos acudir a la Biblia y no dejarnos guiar por nuestros propios conceptos, o por algún otro criterio puramente  humano. Fue Dios quien diseñó el matrimonio, y lo hizo con un propósito y por una razón. Es a Él a quien debemos preguntar. Entonces ¿qué es el matrimonio? Primero quisiéramos dejar sentado qué no es, para después explicar bíblicamente lo que es.

Para la mayoría de las personas hoy día el matrimonio se reduce a la cópula legalizada, y ciertamente el acto sexual y el placer que produce estaban contemplados por el Creador para que formara parte de ésta relación, y de hecho es el único espacio permitido para que se produzca. Pero no es su principal propósito, porque si lo fuera, el matrimonio no tendría sentido.

En otros tiempos y otras culturas el matrimonio ha sido reducido al simple apareamiento. Bueno sólo para la procreación y crianza de los hijos. También Dios tenía eso previsto para el matrimonio y también es el único marco apropiado para ello. Sin embargo no es su propósito primario, porque si el crecimiento demográfico fuera lo primario, el matrimonio sería una limitante.

En su infinita sabiduría el Creador combinó ambas cosas. Si el acto de engendrar  fuera como una jaqueca o simplemente algo insípido, probablemente  Adán y Eva se hubieran quedado sólo con Caín. Así que concluimos que buscar el placer sexual y la tenencia de hijos dentro del matrimonio es muy válido, pero no debemos sobreestimarlos como si fueran lo más importante o un fin en sí mismo.

Ya hemos visto lo que no es el matrimonio. Ahora veamos lo que es. Y ¿qué es? Es un pacto. Que se hace entre un hombre y una mujer delante de Dios y conforme  a la ley y la cultura de cada pueblo. Y es un pacto para estar juntos y ofrecerse mutua compañía durante toda la vida de ambos. Veamos lo que consideró Dios para establecer el matrimonio. Génesis 2: 18 registra que: Jehová Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Así que la razón que Dios consideró para establecer el matrimonio fue la soledad de Adán, y no su necesidad  sexual o la carencia de hijos. En consecuencia creó a la mujer como ayuda idónea y compañía permanente mientras ambos viviesen. De esta manera el matrimonio descansa sobre un pacto de compañía y no sobre otra consideración secundaria.

Si asumimos el matrimonio como lo que es verdaderamente, pienso    que quizás habría menos divorcios; y la sociedad estaría más fortalecida para  enfrentar los desafíos de la posmodernidad.

www.ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

viernes, 8 de junio de 2012

LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR (11): Comentario personal

Desde el 5 de mayo de este año he estado compartiendo por este medio fragmentos del libro Los Cinco Lenguajes del Amor, cuyo autor es Gary Chapman, con el propósito de compartir la bendición que este libro fué en mi vida matrimonial.

Hay muchas cosas de este libro que fueron muy impactantes en mi visión de ver el matrimonio, el amor pero sobretodo a mi mismo. Una de estas cosas es la confirmación de lo que es el amor, y especialmente de lo que la Biblia dice que es el amor. Constantemente se nos bombardea por los medios, implícita o explícitamente, que el amor es un sentimiento que gobierna nuestra mente y corazón y es éste quien determina nuestra vida en pareja, no importa cuan caprichoso sea este sentimiento no hay nada que hacer y podemos ver como el mundo se llena de personas que se entregan a relaciones adúlteras, abusivas, inmorales y de otros tipos, producto de la convicción de esta idea. Atrás quedan versículos como Mateo 22:37, 39 Romanos 13:9, 1 Juan 2:15, y muchos otros donde se nos da el mismo mandato como un acto voluntario que es el de amar al prójimo, y no hay capricho en esto.

Otra gran verdad expuesta en este libro es que si queremos que nuestra relación mejore, debemos de dejar de pensar en que son las malas acciones o los sentimientos de nuestro cónyuge que están arruinando la relación y que mientras el o ella no haga nada por mejorar la relación tendrá un fin inminente. Deje de hacerse la víctima, si usted se ha dado cuenta de que algo anda mal haga algo usted y no espere a que el otro comience a hacerlo porque puede esperar demasiado tiempo. En el capitulo 14 del libro se presenta el caso de Ann quien miraba como su matrimonio se estaba acabando y que ya no sentía lo mismo por su esposo, acertadamente el título de este capítulo es "Amar lo que no es digno de amor", sin embargo, Ann tomó la decisión de recobrar su matrimonio, aún y cuando tuviera que mantener relaciones sexuales con ese esposo por el que ya no se sentía atraída físicamente y el de quedarse callada con cada situación negativa provocada por su esposo. Al final del relato podemos ver como su matrimonio mejora y que la ley de la cosecha de 2 Corintios 9:6 se cumple en toda la extensión de la palabra en su vida. Si usted quiere recibir amor siembre amor aún y cuando lo que reciba sean desprecios o indiferencia y su deseo natural sea el de pagar con la misma moneda.

René I. Casulá


El matrimonio también es diversión

Creo que toda boda debe de ser una ocasión que debe ser recordada como un momento de felicidad y alegría, aqui les dejo algunos ejemplos...aunque para algunos de los protagonistas talvez no sean tan gratos momentos. :)

  

Y si lo anterior no fue lo suficientemente memorable, ¿que tal esta boda?

miércoles, 6 de junio de 2012

LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR (10): Conclusión, algunas observaciones.


Hemos de ser conscientes que el amor es una elección, conlleva un esfuerzo por alguien sin esperar que nosotros mismos seamos gratificados con nuestras expresiones de amor. Cuando escogemos ex presar activamente nuestro amor en la forma del otro, realmente creamos un clima emocional propicio para hablar, e incluso para solucionar dificultades o errores del pasado. Si no adoptamos una actitud altruista el conflicto perdura y se puede empezar a buscar amor fuera de la relación. Por otra parte si nos sentimos amados tenemos fuerzas para obrar creativamente en nuestra relación y aún en nuestras metas y trabajos personales. Nos sentimos amados.

Sí, es cierto que aborrezcas lavar los platos o poner en marcha la lavadora. Es posible que sufras porque tu pareja se gasta el dinero y rehuses comprar detalles. Pero si es la forma en que la otra persona percibe que tú la amas entonces debes hacerlo.

Por otra parte, tenemos que ser agradecidos cuando nuestra pareja con o sin esfuerzo expresa su amor a nosotros.


Gary Chapman
Los cinco lenguajes del amor

martes, 5 de junio de 2012

LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR (9): Encontrando tu lenguaje.


Los hombres normalmente tienen un deseo sexual, pero eso es por naturaleza, no siempre ha de ser eso.

Algunas pautas para poder discernir tu lenguaje principal.

1. ¿Qué te hace sentir amado más que otra cosa?
2. Mirando a lo negativo, ¿qué te hace sentir menos amado? Qué te hiere más?
3. ¿Qué he pedido más a mi esposa? Probablemente no lo hemos expresado bien si es que ha habido un desencuentro, pero nos habla de nuestras necesidades.
4. ¿Qué escojes en forma natural para expresar tu afecto a tu esposa?
5. Cuando piensas en que tu esposo fuera ideal, ¿en qué piensas?
6. Cuando te enamoraste de tu esposo/a ¿qué te hacía desear estar con el/ella?
7. Comenta con tu esposa o padres, cuál puede ser tu lenguaje principal.

Estas cosas nos pueden indicar cuál es nuestro lenguaje principal, pero no son determinantes. Puede que estemos imitando a nuestros padres y no mirándonos a nosotros mismos.   Puedes hacer una lista de los cinco por orden de prioridad. Es posible que sean dos los más importantes, pero eso no quiere decir que se lo pongas más difícil a tu pareja. Si esa es la tendencia es que mas que lenguaje es egoísmo lo que tienes. Aquí no hay lugar para la tiranía. Hemos de sentirnos saciados con algo. Si tienes dos lenguajes quiere decir que hay más posibilidades con las que puedes contentarte en tu percepción de amor.


Gary Chapman
Los cinco lenguajes del amor

sábado, 2 de junio de 2012

LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR (8): 5. Contacto Fisico

Foto cortesía de Bodas Kedusha 
Un lenguaje muy evidente en nuestra constitución humana es el contacto físico. Sólo tenemos que ir a estadísticas médicas para constatar que bebés que han sido abrazados, cogidos, etc. tienen un mayor equilibrio emocional que quienes han estado solos por largos períodos sde tiempo. En el mismo matrimonio, por supuesto, el contacto físico es muy importante. Para algunos es la forma principal en que se sienten amados.  

Cuando hablamos de contacto físico por supuesto incluimos el sexo, pero no solamente hablamos de ello. La forma en que vamos a expresar afecto será determinada por quien amamos. No es lo que nosotros queremos sino lo que el otro quiere.

ILUSTRACION -- Recuerdo en una celebración que unos invitados coreaban a los anfitriones “Qué se besen ...” A lo cual accedieron. A ello se sucedió que la petición de los presentes se extendiese a parejas que estaban jaunto a los anfitriones. Ahí, el “macho ibérico” quería mostrar su carácter apasionado y frente a una esposa tímida, lo unico que mostró fue su falta de consideración, y tras el beso casi forzado la esposa se tocaba las mejillas con una expresión de molestias por cómo su esposo le había sujetado el rostro. Ese beso más que expresar y ser recibido como amor fue una chulería barata que auyentó a la esposa y la ofendió en una manera importante. Eso también puede suceder sin gente delante o personas que nos digan “que se besen.”

A veces es cierto que la necesidad del varón de tener actividad sexual puede producir conductas que son realmente bruscas y desacertadas y pueden producir un sentir de “mujer objeto.” Pero muchas veces se ignora el poner la mano en el hombro, el rozarse cuando uno pasa junto al otro, el sentarse juntos a ver la televisión, el tomar la mano con cariño, un beso al salir de casa, etc.

Todos somos conscientes de la importancia del sexo en la pareja. Pero cuando esta es la principal forma en que uno de los dos expresa y entiende el amor, no es desperdicio dedicar tiempo a conocerse y desarrollar una buena relación física.


Gary Chapman
Los cinco lenguajes del amor

Trabajo en casa