sábado, 22 de octubre de 2011

La mejor decisión para su matrimonio: Cinco pasos hacia la vida.


1 Todos Somos Pecadores

El hombre sobre el peñón representa a cada uno de nosotros.
Estamos Separados de Dios
La Biblia dice: "No hay ninguna diferencia entre unos y otros; pues todos han pecado y no han llegado a ser aprobados delante de Dios." "Lo único que el pecado da como pago es la muerte" (Romanos 3:22,23; 6:23).
Estas palabras ¿lo incluyen a usted como pecador? ¡Claro que sí!
2 No Podemos Salvarnos a Nosotros Mismos

La Vida Eterna es un Regalo
"No es por medio de algo que uno hace, de modo que nadie puede sentirse orgulloso" (Efesios 2:9).
"Lo único que el pecado da como pago es la muerte, pero el regalo que Dios da es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor" (Romanos 6:23).
"Nadie puede perdonar pecados, sino solo Dios" (Marcos 2:7).
Según estas palabras, ¿Puede usted salvarse a sí mismo? ¡Desde luego que no!
3 Cristo Murió por Nosotros y Resucitó

Dios le Ama
"Pero Dios nos demuestra su amor, en que Cristo murió por nosotros aunque éramos todavía pecadores" (Romanos 5:8).
"Pero lo cierto es que Cristo fue resucitado de entre los muertos" (1 Corintios 15:20).
¿Cree usted que CRISTO murió por usted y que vive aún hoy? Las palabras que anteceden lo afirman así.
4 Por fe Debemos Recibir a Jesucristo el Salvador

¿Cómo Recibir a Cristo?
"Pero a quienes lo recibieron (a Cristo) y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios" (Juan 1:12).
"Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único para que todo aquel que cree en él, no perezca, sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16).
"Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo " ( Hechos 16:31).
Al recibir a Cristo millones han pasado de muerte a vida. El recibir a Cristo se efectúa por fe y oración.
¿Quiere Recibir a Cristo Ahora Mismo?
Simplemente hable con El. Puede usar la siguiente oración, y decir:

¡Dios mío! Soy un pecador. Sé que no puedo salvarme a mí mismo. Ahora creo que Cristo murió en mi lugar, para perdonar mis pecados. Sé que resucitó y que vive hoy. Me arrepiento y confieso mis pecados. Creo en Jesucristo, y lo recibo a El por fe como mi Salvador. ¡Gracias, Dios, por haberme hecho pasar de la muerte a la vida eterna según tu promesa!
5 Cuando Recibimos a Cristo, El nos da Vida Eterna

Jesús dijo: "En verdad les digo: El que pone atención a lo que yo digo, y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ha pasado ya de la muerte a la vida" (Juan 5:24).
¿Recibio Ud., por Fe a Cristo en Oración?
Si así lo hizo, ¿dónde está usted ahora, conforme a la promesa del Señor? (En la vida eterna). ¿En qué basa usted su confianza? (En la promesa de Dios en la Biblia). ¿Le engañaría Dios? ¿Puede Dios mentirle? Por supuesto que no.
"Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo de Dios, tiene también esta vida. . . Les escribo esto a ustedes que creen en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna"(1 Juan 5:11-13).
Agradezca a Dios porque ahora usted tiene vida eterna
¿Qué Ocurrió Cuando Usted Recibio a Cristo?
En el momento en que usted recibio a Cristo por fe, grandes cosas le ocurrieron:
1.     Usted pasó de muerte a vida. Juan 5:24
2.     Sus pecados fueron perdonados. Colosenses 1:14.
3.     Usted fue hecho un hijo de Dios. Juan 1:12.
4.     Usted está libre de temor. Juan 8:36.
5.     Usted es una nueva criatura en Cristo. 2 Corintios 5:17.
¿Puede usted imaginar algo más glorioso que le haya sucedido? Dé gracias a Dios ahora por lo que El ha hecho en usted por medio de Cristo.
¿Qué Hacer Ahora que Ud. Cree en Cristo Como su Salvador?
1.     Lea la Biblia todos los días."No solo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios" (Mateo 4:4).
2.     Ore a Dios siempre.
"Oren en todo momento. Den gracias a Dios en todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús" (1 Tesalonicenses 5:17,18). Orar es conversar con Dios.
3.     Confiese a Dios cada pecado.
"Si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios hará lo que es justo: nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad" (1 Juan 1:9).
4.     Cuente a otros su experiencia.
Jesús dijo: "Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti" (Lucas 8:39).
5.     Congréguese con otros creyentes.
"No dejemos de asistir a nuestras reuniones, . . . sino démonos ánimos unos a otros" (Hebreos 10:25).

jueves, 20 de octubre de 2011

Booz y Rut, un matrimonio bendecido por Dios



¡Qué bello libro es el de Rut! Se ve el amor santo de Dios por su Grey y el amor puro de dos novios que se casan en la voluntad de Dios. La frase: "fueron felices" es real aquí. Dios bendice a la pareja obediente, y todos testifican "alabado sea Jehová".
"Así fue como Booz tomó a Rut y se casó con ella. Se unió a ella, y Jehová permitió que concibiera y diera a luz un hijo. Y las mujeres decían alabado sea Jehová…". (Rut 4:13-14ª)
Para la confirmación de cualquier negocio, uno se quitaba el calzado y lo daba a su compañero, esto servía de testimonio en Israel. RV95 dice: El zapato representa el derecho de propiedad sobre un bien inmueble; la acción de quitarse el zapato y de entregarlo expresa la renuncia a ese derecho en beneficio de otro.
El pariente más cercano se echó para atrás y no redimió a Rut. Matthew dice: Cumplidos los requisitos necesarios Booz quedó así con derecho legal a redimir tanto la hacienda como la viuda. Booz quedo sumamente agradecido por haberle cedido el derecho a una hacienda y a una mujer que amaba de todo corazón.
Booz se casó dentro de la voluntad de Dios; un matrimonio, sin pompa, ni apariencias; pues, era un hombre respetado que se ganó la amistad de la gente y en especial de su amada Rut, una gentil que al casarse con Booz llegó a ser parte de la genealogía del Señor Jesucristo, pues, su hijo Obed fue el abuelo del rey David.
El divorcio no es la solución, sino la confirmación de un hogar sin la bendición de Dios, ya que Él quiere que la pareja se ame, disfrute de una relación sexual fiel, que tengan hijos si así, lo desean, que sea una familia solidaria, que traiga honra al Señor y la comunidad. ¡Gloria a Dios! Por crear el matrimonio y familias sólidas. Ore por nosotros
Señor bendice a mi cónyuge, y a mis hijos; que juntos podamos amarnos y sobre todo adorarte y servirte por la eternidad…

"Mi Tiempo con Dios"
Por:Alan López. 05/01/2006

www.mitiempocondios.org

lunes, 17 de octubre de 2011

¿Qué podemos hacer mi cónyuge y yo para hacer nuestro matrimonio más fuerte?





Los dos deben reconocer que su matrimonio es un compromiso con Jesucristo primeramente y después con el uno al otro. Su mejor defensa contra las fuerzas que pueden destruir su matrimonio es que los dos mantengan una profunda y buena relación con Jesucristo y un compromiso a obedecer Su Palabra. Ser fiel y obediente en su caminar con el Señor les ayudara a no caer.


Aquí hay varios principios prácticos para seguir:


• Concéntrese en su corazón, no en su apariencia. 
Su vida interna es más importante que su apariencia. El escritor de Proverbios dijo lo siguiente, “Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al Señor, ésa será alabada” (Proverbios 31:30). 
Pedro dio este principio a las esposas en 1 Pedro 3:3-4, pero también se aplica a los esposos: “Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios”. 
Si usted se enfoca en desarrollar su amor por Cristo, sus cualidades internos de piedad maduraran, desarrollaran, y fortalecerán su matrimonio.


• Concéntrese en quien verdaderamente es su cónyuge, y no en un compañero ideal. 
Muchos matrimonios fallan simplemente porque no toman tiempo para conocerse el uno al otro. Su cónyuge, tan maravilloso que parecía en el altar, no es perfecto. Si usted solo piensa en lo ideal que quisiera que fuera su cónyuge o su matrimonio, usted herirá su matrimonio. Abandone la idea de un cónyuge y matrimonio perfecto y empiece a aprender cómo entender y amar al cónyuge que tiene -como es él o ella hoy mismo. Esto es lo que Pedro quiso decir cuando le dijo a los esposos que vivieran con sus esposas “de manera comprensiva” (1 Pedro 3:7).


• Concéntrese en amar a su cónyuge, no en su compatibilidad. 
No importa quién es su cónyuge, pueden aprender a amarse el uno al otro. En contraste con la idea prevaleciente que el amor es algo que solo pasa, Pablo manda a los esposos que amen a sus esposas (Efesios 5:25) y a las esposas que amen a sus esposos (Tito 2:4). La Escritura no reconoce la posibilidad de la incompatibilidad entre dos compañeros de matrimonio – Dios simplemente manda que los dos, el esposo y la esposa, se amen.


Tomado de Gracia a Vosotros

domingo, 16 de octubre de 2011

Matrimonio en la iglesia





Si una pareja se casa ante un juez, pero no recibe la bendición sobre su matrimonio en la iglesia, ¿viven en adulterio?

En la palabra de Dios no se encuentra en ningún lugar que el matrimonio sea una ordenanza para la iglesia local. La Biblia habla de ordenanzas para la iglesia local, pero solamente señala dos, la cena del Señor y el bautismo en agua. De modo que podemos decir que la Biblia no ordena ni condena que se celebren matrimonios en la iglesia local. Ahora bien, en el mundo cristiano evangélico se acostumbra ver al matrimonio como un compromiso solemne entre un hombre y una mujer. Este compromiso normalmente encierra cuatro ideas. Primero, es un compromiso espiritual. 1ª Corintios 7:39 dice: "La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor" Notemos específicamente la frase "en el Señor". Aunque la aplicación directa hace referencia a casarse teniendo en cuenta la voluntad del Señor, no es menos cierto que también podría aplicarse en el sentido de un compromiso mutuo delante del Señor. Segundo, es un compromiso legal. La mayoría de los países latinoamericanos exigen que el matrimonio sea celebrado ante un juez civil. El creyente por tanto debe someterse a este mandato en obediencia a lo que la palabra del Señor dice en Romanos 13:1 donde leemos: "Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas." Vemos entonces que el matrimonio es un compromiso espiritual y legal. Pero no solamente eso, también, en tercer lugar, es un compromiso físico por el cual el esposo se compromete a satisfacer las necesidades físicas de la esposa. 1ª Timoteo 5:8 dice: "Porque si alguno no provee para los suyos; y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo" Por último, en cuarto lugar, el matrimonio es un compromiso social. Las familias del esposo y de la esposa comparten el gozo de ver unidos en matrimonio a sus respectivos miembros de la familia. Si este gozo quieren manifestarlo en el seno de alguna iglesia local, está bien, la Biblia no lo ordena ni lo condena, pero notemos que la iglesia local no otorga ninguna gracia o bendición especial sobre la pareja. Dentro del compromiso social, el pastor o Anciano o cualquier otra persona puede elevar a Dios oraciones pidiendo bendición sobre la nueva pareja, pero esto no significa que estén haciendo una especial entrega de bendiciones sobre los recién casados. Hemos visto entonces que normalmente se ve al matrimonio como un compromiso espiritual, legal, físico y social. Poco o nada tiene que ver en esto la iglesia local, por tanto, si una pareja se casa y hace su compromiso espiritual, legal, físico y social, pero no tiene una ceremonia religiosa, de ninguna manera está cometiendo adulterio o fornicación.



Copyright © 2007"La Biblia Dice..."
(Foto cortesía de Bodas Kedusha)

viernes, 14 de octubre de 2011

En el matrimonio





En la palabra nos habla el Apóstol Pablo en 1 Corintios 7: 4 y 5, acerca de las relaciones matrimoniales, el versículo que me atañe es el 5 No os neguéis el uno al otro a no ser por un algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente a la oración volved a juntaros en uno para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.


Mi pregunta, es esta: Pastor antes de todas gracias por atender a mi pregunta. Si un cristiano, esta en ayuno y en oración pero la esposa le exige tener relaciones debe dejar el ayuno o cortarlo en forma imparcial o de lo contrario debe continuarlo aun que se haya hablado sobre el ayuno y oración con la pareja.


Consulté a un líder de nuestra iglesia y no quede satisfecho con la respuesta de él. Él aduce que uno puede estar en ayuno y oración y a al mismo tiempo complacer a su esposa debido que es ahí donde el amor es mas fuerte y el enemigo no tiene entrada con respecto a la incontinencia y el amor es el que emana de Dios.


¿Qué dice la Biblia? La Biblia dice: "El marido debe cumplir con su mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido... No os neguéis el uno al otro a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración. Luego volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia" (1 Corintios 7:3,5)


La Biblia es clara, usted debe ponerse de acuerdo con su cónyuge para orar, ayunar o abstenerse de relaciones sexuales por motivos justificados y en mutuo acuerdo, recuerde que deben juntarse para que Satanás no los tiente debido a la incontinencia a que esta sometido.


Recuerde que la persona a quien debe agradar es su cónyuge, ella necesita de usted ya que su cuerpo no es suyo es del Señor, pero también de su cónyuge. Póngase de acuerdo. Ni muy tirado a lo espiritual, ni muy tirado a la sexualidad. Equilibrio.


Es mejor tener un tiempo corto de ayuno y luego tener un tiempo de relaciones, pero por favor, en acuerdo de la pareja, en beneficio de la familia.


"Mi Tiempo con Dios"
Por:Alan López.



miércoles, 12 de octubre de 2011

El Retrato Bíblico de las Mujeres: Poniendo las Cosas en Orden (2)


Cortesía de Bodas Kedusha




Autor: John MacArthur


Contrasta todo eso, antiguo y contemporáneo, con la Biblia. De principio a fin, la Biblia exalta a las mujeres. En efecto, a menudo parece salirse del camino para  homenajearlas, ennoblecer sus roles en la sociedad y la familia, reconocer la importancia de su influencia, y exaltar las virtudes de las mujeres quienes fueron, en particular, ejemplos piadosos.

Desde el primer capítulo de la Biblia, se nos enseña que las mujeres, como los hombres, llevan el sello de la propia imagen de Dios (Génesis 1:27; 5:1-2) – los hombres y las mujeres fueron creados iguales. Las mujeres tienen papeles prominentes en muchas narrativas bíblicas claves. Los esposos ven a sus esposas como compañeras veneradas y cálida ayuda. No simplemente esclavas o muebles de la casa (Génesis 2:20; Proverbios 19:14; Eclesiastés 9:9). En el Sinaí, Dios mandó a los hijos a que honraran a ambos, su padre y madre (Éxodo 20:12).

Por supuesto, la Biblia enseña los distintos roles divinamente ordenados para los hombres y las mujeres – muchos de los cuales son perfectamente evidentes en las circunstancias de la creación misma. Por ejemplo, las mujeres tienen un papel único y vital en la maternidad y crianza de los pequeños. Las mujeres mismas también tienen una necesidad particular de apoyo y protección, porque físicamente “son vasos más frágiles” (1 Pedro 3:7). La Escritura establece el orden apropiado en la familia y en la iglesia, asignando las responsabilidades del liderazgo y protección en los hogares a los esposos (Efesios 5:23), y designando a los hombres de la iglesia para los papeles de enseñar y liderar (1 Timoteo 2:11-15).

En ningún caso las mujeres son marginalizadas o relegadas a un segundo plano (Gálatas 3:28). Al contrario, la Escritura parece ponerlas aparte para un honor especial (1 Pedro 3:7). Se ordena a los esposos a amar a sus esposas sacrificialmente, como Cristo ama a la iglesia – aún, si es necesario, a costa de sus propias vidas (Efesios 5:25-31). La Biblia reconoce y celebra el valor inestimable de una mujer virtuosa (Proverbios 12:4; 31:10; 1 Corintios 11:7).

El cristianismo, nacido en un mundo donde se cruzaban las culturas romanas y hebreas, elevó el estatus de las mujeres a un nivel sin precedente. Los discípulos de Jesús  incluyeron varias mujeres (Lucas 8:1-3), una práctica inédita entre los rabinos de sus días. No sólo eso, pero Él animó su discipulado mostrándolo como algo más necesario que el servicio doméstico (Lucas 10:38-42). En efecto, el primer registro de Cristo, la divulgación explícita de Su propia identidad como el verdadero Mesías, fue hecho a una mujer samaritana (Juan 4:25-26). Él siempre trató a las mujeres con una dignidad mayor – aún mujeres que eran consideradas marginadas de la sociedad (Mateo 9:20-22; Lucas 7:37-50; Juan 4:7-27). Él bendijo a sus hijos (Lucas 18:15-16), resucitó a sus muertos (Lucas 7:12-15), perdonó sus pecados (Lucas 7:44-48), y restauró su virtud y honor (Juan 8:4-11). De esta manera exaltó la condición de las mujeres.

Entonces, no sorprende que las mujeres fueron importantes en el ministerio de la iglesia primitiva (Hechos 12:12-15; 1 Corintios 11:11-15). En el día de Pentecostés, cuando nace la iglesia del Nuevo Testamento, las mujeres estaban allí orando con los discípulos mayores (Hechos 1:12-14). Algunas fueron reconocidas por sus buenas obras (Hechos 9:36); otras por su hospitalidad (Hechos 12:12; 16:14-15); otras por su entendimiento de la sana doctrina y sus dotes espirituales (Hechos 18:26; 21:8-9). La segunda epístola de Juan fue dirigida a una mujer prominente en una de las iglesias bajo su cuidado. Aún el apóstol Pablo, a veces falsamente caricaturizado por críticos de la Escritura como machista, ministró regularmente junto a mujeres (Filipenses 4:3). El reconoció y aplaudió su fidelidad y sus dones (Romanos 16:1-6; 2 Timoteo 1:5).

Naturalmente, cuando el cristianismo empezó a influenciar a la sociedad occidental, la condición de las mujeres mejoró notablemente. Tertuliano, uno de los padres de la iglesia primitiva, escribió muy cerca del fin del segundo siglo una obra titulada On the Apparel of Women [Sobre la Vestimenta de las Mujeres]. Dijo que las mujeres paganas que usaban adornos para el cabello elaborados, ropa no modesta y que cubrían su cuerpo de adornos habían sido forzadas por la sociedad y la moda a abandonar el esplendor superior de la verdadera feminidad. Comentó, por contraste, que conforme la iglesia iba creciendo y el evangelio daba fruto, uno de los resultados visibles era el aumento de la tendencia a la modestia en el vestir de las mujeres y una elevación correspondiente de la condición de  la mujer. Reconoció que los hombres paganos usualmente se quejaban: “Desde que se ha convertido en cristiana, ¡se viste en más pobre atuendo!” Las mujeres cristianas incluso fueron conocidas como “sacerdotisas de la modestia”. Pero, dijo Tertuliano, como creyentes que viven bajo el señorío de Cristo, las mujeres eran más ricas espiritualmente, más puras y por lo tanto más gloriosas que las mujeres más extravagantes en la sociedad pagana. Vestidas “con la seda de rectitud, el lino fino de la santidad, el color púrpura de la modestia”, ellas elevaron la virtud femenina a una altura sin precedentes.

Aún los paganos reconocieron eso. Crisóstomo, probablemente el pastor más elocuente del siglo cuarto, registró que uno de sus maestros, un filósofo pagano llamado Libanio, dijo una vez: “¡Cielos! ¡Qué mujeres tienen ustedes los cristianos!” Lo que impulsó los gritos de Libanio fue cuando escuchó que la madre de Crisóstomo había permanecido casta por más de dos décadas desde su viudez a los veinte años. Conforme más se sentía la influencia del cristianismo, menos eran las mujeres despreciadas o maltratadas como objetos de entretenimiento por los hombres. En lugar de esto, las mujeres empezaron a ser honradas por su virtud y fe.

De hecho, las mujeres cristianas convertidas de una sociedad pagana fueron automáticamente liberadas de una serie de prácticas degradantes. Emancipadas del libertinaje público en templos y teatros (dónde las mujeres eran sistemáticamente deshonradas y devaluadas), elevaron su prominencia en el hogar y la iglesia, donde eran honradas y admiradas por sus virtudes femeninas tales como la hospitalidad, el ministerio a los enfermos, el cuidado y cariño hacia sus propias familias, y el trabajo amoroso de sus manos (Hechos 9:39).

Esta siempre ha sido la tendencia. Dondequiera que se expande el evangelio, el estatus social, legal y espiritual de las mujeres ha sido, como regla elevado. Cuando el evangelio ha sido eclipsado (sea por represión, influencia de falsas religiones, secularismo, filosofía humanista o decadencia espiritual en la iglesia), la condición de las mujeres ha declinado en consecuencia.

Inclusive cuando han surgido movimientos seculares clamando estar preocupados por los derechos de las mujeres, sus esfuerzos han generalmente sido perjudiciales. El movimiento feminista de nuestra generación es un ejemplo de ello. El feminismo ha devaluado y difamado la femineidad. Las diferencias naturales de sexo son usualmente minimizadas, descartadas, despreciadas o negadas. Como resultado, las mujeres ahora están siendo enviadas a situaciones de combate, sometidas a una labor física agotadora antes sólo reservada para hombres, expuestas a toda clase de indignidades en su lugar de empleo y además estimuladas a actuar y hablar como hombres. Mientras tanto, las feministas modernas hablan con desdén acerca de las mujeres que quieren que sus familias y hogares sean sus  prioridades; menospreciando el papel de la maternidad, el llamado más exclusivo y únicamente femenino. El mensaje completo del igualitarismo feminista es que no hay realmente nada extraordinario respecto a las mujeres. Indudablemente, éste no es el mensaje de la Escritura. Como hemos visto, la Escritura honra a las mujeres como mujeres y las anima a buscar el honor de una manera exclusivamente femenina (Proverbios 31:10-30).

La Escritura nunca descarta el intelecto femenino, no minimiza los talentos y habilidades de las mujeres, ni desanima el derecho del uso de los dones espirituales a las mujeres. Pero cuando la Biblia expresamente habla sobre los rasgos de excelencia de una mujer, el acento siempre está sobre la virtud femenina. Las mujeres más significativas de la Escritura fueron influyentes no por sus profesiones, sino por sucarácter. El mensaje que estas mujeres dan colectivamente no es sobre la “igualdad de los sexos”; es sobre la excelencia femenina verdadera. Y eso siempre se ejemplifica con las cualidades morales y espirituales, en vez de la posición social, riqueza o apariencia física.

Y eso es poner las cosas en orden. Lejos de denigrar a las mujeres, la Biblia promueve la libertad, dignidad y honra femenina. La Escritura describe para cada cultura el retrato de una mujer verdaderamente bella. La verdadera belleza femenina no se trata del adorno externo, “peinados ostentosos, adornos de oro o vestidos selectos”; por el contrario, la belleza real se manifiesta en “el interno, el del corazón…el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios” (1 Pedro 3:3-4).



Adaptado del libro Doce Mujeres Extraordinarias  escrito por el Pastor John MacArthur.

martes, 11 de octubre de 2011

El Retrato Bíblico de las Mujeres: Poniendo las Cosas en Orden (1)


Cortesía Bodas Kedusha




Autor: John MacArthur

La Biblia es, y siempre ha sido, un libro revolucionario. Es como un acantilado que resiste las oleadas del cambio cultural. Y puede ser que no exista una demostración más clara de lo inmutable de la Palabra de la Biblia que lo que enseña sobre la genuina femineidad. 

La Biblia exalta de manera justa a las mujeres, en contra de las culturas que la distorsionan, rebajan y degradan. Muchos en nuestra sociedad promocionan la liberación sexual y reproductiva de las mujeres en contra de la supuestamente opresiva y anticuada estructura de la Biblia. Yo tengo que preguntar: “¿De qué manera son las mujeres verdaderamente libres? ¿De qué manera las honra nuestra cultura?” Por supuesto, pueden votar; tienen la oportunidad de competir en el mercado. ¿Pero son verdaderamente libres? ¿Están su dignidad y su honor intactos?
Yo sostengo que las mujeres son más usadas y abusadas hoy que en cualquier otro tiempo en la historia. La pornografía ha convertido a las mujeres en objetos y en víctimas de pervertidos sucios y cobardes, quienes las miran con ojos codiciosos. En el mundo, las mujeres son negociadas como animales para esclavitud sexual. En lugares más “civilizados”, los hombres rutinariamente usan a las mujeres para el sexo sin consecuencia o compromiso, solamente para dejarlas embarazadas, sin cariño y sin apoyo. Los grupos del derecho al aborto apoyan e instigan el egoísmo e la irresponsabilidad de los hombres y “liberan” a las mujeres para asesinar a sus niños no nacidos. Las mujeres se quedan solas, con cicatrices emocionales, destituidas financieramente y culpables, avergonzadas y abandonadas. ¿Dónde está la libertad, la dignidad y el honor en eso? 

Los avances tecnológicos modernos han permitido a la cultura centralizar la degradación de las mujeres como nunca antes; pero las culturas de la antigüedad no fueron nada mejor. Las mujeres en sociedades paganas durante los tiempos de la Biblia fueron tratadas muy a menudo con un poco más de dignidad que los animales. Algunos de los filósofos griegos más conocidos – considerados las mentes más brillantes de su era – enseñaron que las mujeres eran criaturas inferiores por naturaleza. Incluso  en el Imperio Romano (probablemente el pináculo de la civilización pre-cristiana), las mujeres eran usualmente consideradas como una simple propiedad – propiedades personales de sus esposos o padres, con una posición sólo un poco mejor que los esclavos de casa. Eso era completamente diferente del concepto hebreo (y bíblico) del matrimonio, visto como una herencia conjunta y la paternidad, como un sociedad donde ambos, el padre y la madre deben de ser reverenciados y obedecidos por sus hijos (Levítico 19:3).

Las religiones paganas tendieron a impulsar y animar la degradación de las mujeres aún más. Por supuesto, la mitología griega y romana tenía sus diosas (tales como Diana y Afrodita). Pero no crea que la adoración de las diosas les dio posición más elevada a las mujeres en la sociedad. Al contrario. La mayoría de los templos dedicados a estas deidades eran servidos por prostitutas sagradas – sacerdotisas que se vendían a sí mismas por dinero, supuestamente realizando un sacramento religioso. Ambos, la mitología y la práctica de la religión pagana, usualmente han sido demasiado degradantes para las mujeres. Las deidades paganas masculinas eran caprichosas y a veces cruelmente misóginas. Las ceremonias religiosas eran muchas veces desvergonzadamente obscenas, incluyendo ritos de fertilidad eróticos, orgías alcohólicas en el templo, prácticas homosexuales perversas y, en casos extremos, aún sacrificios humanos.

sábado, 8 de octubre de 2011

¿Qué significa vivir con ellas sabiamente?


Foto cortesia de Bodas Kedusha




Primera Pedro 3:7 dice: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”. Maridos, si quereís ganar a vuestras esposas para Cristo, sed fieles en hacer lo siguiente:

Sea considerado

“Sabiamente” habla de ser sensibles a las necesidades físicas y espirituales más profundas. En otras palabras, se considerado y respetuoso. Recuerde debe nutrirla y amarla (Ef. 5:25-28). Muchas mujeres me han dicho, “mi esposo no me comprende. Nunca hablamos. Él no sabe cómo me siento o qué estoy pensando”.  Una insensibilidad tal construye paredes de separación en el matrimonio. “Vivir con su esposa sabiamente” es otra sino lo que aporta a este lo que trae gloria a Dios. ¿Conoce usted las necesidades de su esposa? ¿Ha hablado de esas necesidades con ella? ¿Le ha preguntado qué clase de esposo ella quiere que sea?

Sea caballeroso

Por diseño divino, una esposa debe ser el objeto especial del amor y el cuidado de su esposo. Como “vaso más frágil” ella está bajo su autoridad y protección. “Frágil” no significa débil ni espiritual ni intelectualmente, sino física y quizás emocionalmente. Las Escrituras sugieren eso en varios lugares. Por ejemplo, en Jeremías 51:30 leemos: “Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se encerraron en su fortaleza; les faltaron las fuerzas, se volvieron como mujeres; incendiadas sus casas, rotos sus cerrojos” (vea Is. 19:16; Jer. 50:37: Nah. 3:13). El ejército de Babilonia es comparado con mujeres porque estaba atemorizado, sin fuerzas e indefenso.
No es cosa negativa que una mujer sea el vaso frágil. Al hacer al hombre más fuerte, Dios diseño una maravillosa asociación. Una manera como un esposo puede proteger y proveer para su esposa es practicando la caballerosidad. ¿Qué ha sucedido con la costumbre de abrir la puerta de auto para la esposa? ¡Algunos esposos se han alejado cinco metros de la entrada mientras todavía la esposa tiene un pie fuera de la puerta! Busque maneras de ser cortés que sabe serán apreciadas por su esposa.

Sea un compañero

“Dándole honor” es otra manera de decir “trate a su esposa con respeto” mientras que “gracia de la vida” es una referencia al matrimonio. “Gracia” significa “un don”, y uno de los mejores dones que la vida ofrece es el matrimonio. De modo que cuando Pedro dice que hay que darle el respeto como a “coheredera de la gracia de la vida”, está mandando a los esposos a respetar a sus esposas como compañeras en igualdad de condiciones en el matrimonio. Otra manera de ganarla para Cristo es cultivando el compañerismo y la amistad. Eso requiere compartir su vida con ella y desarrollar intereses mutuos. Piense cosas que pueden hacer juntos. Uno de los secretos de una relación feliz es encontrar cosas en común.

 Estas no son solo sugerencias casuales. Según Pedro, aplicarlas tiene una incidencia directa en cómo sus oraciones son contestadas. Puesto que esas oraciones incluirán peticiones por su salvación, no descuide ser considerado, caballeroso y un compañero para su esposa inconversa.
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Extraído del libro, “Distintos por diseño” escrito por el Pastor John MacArthur y publicado por Editorial Portavoz.

Tomado de Gracia a vosotros www.gracia.org

jueves, 6 de octubre de 2011

El poder del amor (2)


Son 8:8  Tenemos una pequeña hermana,
 Que no tiene pechos;
 ¿Qué haremos a nuestra hermana
 Cuando de ella se hablare?
Son 8:9  Si ella es muro,
 Edificaremos sobre él un palacio de plata;
 Si fuere puerta,
 La guarneceremos con tablas de cedro.
Son 8:10  Yo soy muro,  y mis pechos como torres,
 Desde que fui en sus ojos como la que halla paz.
Son 8:11  Salomón tuvo una viña en Baal-hamón,
 La cual entregó a guardas,
 Cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.
Son 8:12  Mi viña,  que es mía,  está delante de mí;
 Las mil serán tuyas,  oh Salomón,
 Y doscientas para los que guardan su fruto.
Son 8:13  Oh,  tú que habitas en los huertos,
 Los compañeros escuchan tu voz;
 Házmela oír.
Son 8:14  Apresúrate,  amado mío,
 Y sé semejante al corzo,  o al cervatillo,
 Sobre las montañas de los aromas.

Cantar de los Cantares 8: 8-14

El Cantar de los Cantares (13)


VI. EL EPÍLOGO: EL COMIENZO DEL AMOR (8:8-14)

La amada explica cómo recibió el regalo del amor. Es un vistazo retrospectivo al principio de la relación.

1. CÓMO LA AMADA FUE CUIDADA POR SUS HERMANOS SIENDO JOVEN (8:8-9)
Los hermanos hicieron planes definidos de preparación del matrimonio de su hermana, “Cuando de ella se hablare”. “Muro”: si ella demostraba ser casta, de buen carácter y juicio, le darían libertad.: “Torre”: adorno de la cabeza. “Puerta”: si, por el contrario resultaba ser insensata, le restringirían los movimientos.

2. LO INNECESARIO DE LOS CUIDADOS (8:10)
El testimonio de la amada es que ella fue casta: “muro”, por lo que no necesitó las restricciones que sus hermanos pensaron. Habiendo crecido, llegó a ser para su marido aquella que pudo darle “paz” (shalom), “contentamiento”.

3. CÓMO FUE QUE SE VIERON POR PRIMERA VEZ (8:11-12)
Aparentemente Salomón la vio por primera vez en una viña que había arrendado a los hermanos de ella. Localización desconocida. Mil shekels, unas 25 libras de plata, para el dueño. Cada uno de los hermanos recibiría 200 shekels, 5 libras de plata como salario. Ella trabajó en la viña. “Delante de mí”: para dar. Aún sus posesiones.

4. LA PERMANENCIA DEL ROMANCE (8:13-14)
Estas palabras recuerdan anteriores palabras amorosas de los días del cortejo y muestran que el amor no había perdido su intensidad.
«El Cantar de los Cantares es un bello cuadro de la aprobación de Dios al amor físico entre el esposo y la esposa. El matrimonio debe ser monógamo, permanente, una unidad de auto entrega, en el cual los esposos permanecen intensamente devotos y entregados el uno al otro, y se deleitan el uno en el otro...
«El Cantar de los Cantares muestra que el sexo en el matrimonio no es "sucio". El atractivo físico mutuo de un hombre y una mujer y la satisfacción de esos anhelos en el matrimonio son naturales y honrosos. Pero el libro hace más que exaltar la atracción física entre los sexos. También honra las cualidades placenteras en la personalidad de los amantes. Además, la pureza moral anterior al matrimonio es alabada (4:12). El sexo prematrimonial no tiene lugar en los planes de Dios (2:7; 3:5). La fidelidad antes y después del matrimonio se espera y se honra (6:3; 7:10; 8:12). Tal fidelidad en el amor matrimonial ilustra el amor y el compromiso de Dios con su pueblo». (Deere)

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martes, 4 de octubre de 2011

El Poder del Amor


Son 8:5   ¿Quién es ésta que sube del desierto,
 Recostada sobre su amado?
 Debajo de un manzano te desperté;
 Allí tuvo tu madre dolores,
 Allí tuvo dolores la que te dio a luz.
Son 8:6  Ponme como un sello sobre tu corazón,  como una marca sobre tu brazo;
 Porque fuerte es como la muerte el amor;
 Duros como el Seol los celos;
 Sus brasas,  brasas de fuego,  fuerte llama.
Son 8:7  Las muchas aguas no podrán apagar el amor,
 Ni lo ahogarán los ríos.
 Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor,
 De cierto lo menospreciarían.

Cantar de los Cantares 8:5-7

El Cantar de los Cantares (12)


V. EL DESAFÍO DEL AMOR (8:5-7)

A. UN CUADRO DEL AMOR (8:5)
“Desierto”: (1) Recuerda las peregrinaciones del pueblo de Israel por 40 años. El punto es que los dos han superado pruebas muy grandes (1:5, 6; 2:15; 5:2-7); (2) Imagen de la maldición de Dios (Jer. 22:6; Jl. 2:3). Sugiere que han superado una crisis de falta de armonía que es resultado en última instancia de la maldición del Edén (Gn. 3:16). “Manzano” = habla del amor y el romance.

B. UNA EXPLICACIÓN DEL AMOR (8:6-7)

1. UNA PETICIÓN DE LA AMADA (8:6A)
En el Antiguo Testamento el sello era usado para expresar la posesión de algo muy preciado. Ella le pide ser la posesión más valiosa de él, una posesión que influya en sus pensamientos (corazón) y sus acciones (brazo).

2. UNA EXPLICACIÓN DEL PODER DEL AMOR (8:6B-7)
Tenemos aquí un resumen de la naturaleza del amor descrito en Cantares. Es un amor universal e irresistible como la muerte; exclusivo y posesivo, como el sepulcro; apasionado, como el fuego; invencible y perseverante como las muchas aguas y los ríos. Este amor es posible porque es sostenido por el Creador: “fuerte llama” es mejor traducido por “la verdadera llama del Señor”.

3. LA APLICACIÓN PRÁCTICA (8:7B)
La declaración final sobre el amor: es inapreciable. El mero hecho de pensar en compararlo es ridículo. El amor verdadero sólo puede ser dado. En última instancia, es un don de Dios.

lunes, 3 de octubre de 2011

Mutuo encanto del esposo y de la esposa (3)


Son 7:11  Ven,  oh amado mío,  salgamos al campo,
 Moremos en las aldeas.
Son 7:12  Levantémonos de mañana a las viñas;
 Veamos si brotan las vides,  si están en cierne,
 Si han florecido los granados;
 Allí te daré mis amores.
Son 7:13  Las mandrágoras han dado olor,
 Y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas,
 Nuevas y añejas,  que para ti,  oh amado mío,  he guardado.


Son 8:1   ¡Oh,  si tú fueras como un hermano mío
 Que mamó los pechos de mi madre!
 Entonces,  hallándote fuera,  te besaría,
 Y no me menospreciarían.
Son 8:2  Yo te llevaría,  te metería en casa de mi madre;
 Tú me enseñarías,
 Y yo te haría beber vino
 Adobado del mosto de mis granadas.
Son 8:3  Su izquierda esté debajo de mi cabeza,
 Y su derecha me abrace.
Son 8:4  Os conjuro,  oh doncellas de Jerusalén,
 Que no despertéis ni hagáis velar al amor,
 Hasta que quiera.


El Cantar de los Cantares (11)


C. UNA INVITACIÓN DE LA AMADA (7:11-13)
Aquí ella toma la iniciativa en el juego amoroso. Usa la imagen de la primavera para decir que su amor continúa tan fresco como siempre. “Mandrágoras”, frutas parecidas a las manzanas con supuestos poderes afrodisíacos (Gn. 30:14-16).

D. EL DESEO DE LA AMADA POR UNA INTIMIDAD MAYOR (8:1-4)
En el Antiguo Cercano Oriente las expresiones públicas de amor sólo eran bien vistas entre parientes. Ella deseaba que él le mostrara su amor todo el tiempo. Vv. 2-4: Ella, jugando, se pone el papel de hermana mayor o incluso en el de madre. El punto es que el afecto de ella hacia él va más allá de lo puramente erótico. Lo ama como a un pariente y a un amigo.

Trabajo en casa